miércoles, 25 de febrero de 2015

Curatoría (Texto de Catálogo) Capitulo 2

Hilo aborigen/ Tejiendo identidad 
   Félix Hernández
(Curador)
Dentro del conjunto de imágenes que se presentan en la muestra, a manera de series, destacan aquellas en las que se persigue “pintar con la cámara”, hacer un tratamiento plástico particular de lo observado a través del lente, pleno de detalles que se resuelven en la edición o intervención de las mismas; en la que los encuadres, enfoques, manipulaciones diversas de la profundidad de campo, difuminándolas en ocasiones, permiten reinterpretar la obra de Hernández Rojas. Así el fotógrafo logra destacar la belleza de la desnudez del cuerpo humano, su tridimensionalidad afectada; aspecto que convierte estos trabajos en una creación que denota otra creación, a la vez que realizan la comunión fotógrafo-artista, para generar ese otro trabajo artístico que se propone inmortalizar e inmortalizarse, como es el caso de la propuesta de Alexander Russo.

Por su parte, Oscar Milano se concentra en la capacidad técnica para registrar y valorizar,  simbólica y conceptualmente y en detalle, el proceso de inicio a fin y de manera cronológica, de algunos de estos procesos  creativos, para dejar testimonio de la comentada comunión artista-fotógrafo, haciendo recurso de la reinterpretación de una obra bajo otro soporte, una pieza artística con base a otra, pero sin apartarse del concepto original que la motivó.

Seguidamente, en el trabajo de Manuel Alvela, destaca el conocimiento cercano que posee el fotógrafo de las propuestas del artista visual, debido no sólo a que él ha reiterado sobre el registro de sus acciones y performances que involucran al arte corporal (el mismo fotógrafo ha realizado body paint), sino además por la amistad que profesa con Hernández Rojas, lo que incluye el seguimiento que ha hecho de su trayectoria en ésta y otras áreas de su amplia actividad artística.

El interés de Alvela va dirigido,  más puntualmente, al registro y documentación de los performances referidos, ocupándose del evento como tal, lo que involucra su entorno; un registro personal que no pretende desdibujar a las multitudes que acuden a él y que se ocupa del asombro que estos generan en el público. Manuel no acostumbra trabajar con el zoom, para poder involucrarse con el ambiente descrito y así dejar su testimonio pleno de admiración por la propuesta del artista corporal. Quizás de allí que, ha preferido virar sus fotos a blanco, negro y grises, para destacar este carácter documental.

Por último, la labor de Hildebrando Palma, centrada en el retrato y la manipulación del encuadre, resulta sugerente por el grado de intimidad que establece con el motivo y la tarea de Hernández Rojas, al permitirnos detallar en esos espacios matéricos que crea el artista corporal, los adminículos que utiliza sobre sus motivos, al utilizar primerísimos planos para cumplir su cometido. Ello resulta por el acercamiento excepcional que establece con el motivo para comprender la técnica del creador-interventor de cuerpos. Esta tarea fotográfica resulta curiosa, debido al hecho de develar una personalidad que, de alguna manera, es velada por el artista, al intervenir estos sugerentes cuerpos, ocultando algo de su identidad. Así la impronta del fotógrafo, ahora, podría ser vista por su empeño, desde estos acercamientos, por mostrar un instante que el artista corporal “pretende” ocultar. El resultado, de por sí, resemantiza toda la experiencia y le confiere un nuevo valor.


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