Félix Hernández
(Curador)
(Curador)
Las imágenes que nos ofrecen: Alexander
Russo, Oscar Milano, Manuel Alvela e Hildebrando Palma, centran su interés en
el acto de registrar, acompañar, documentar creativamente o reinterpretar
diversos performances que el artista visual integral Iván Hernández-Rojas ha
realizado bajo el formato de “arte pintura corporal”, en variados puntos de la
ciudad capital de Venezuela. Las redes sociales, la amistad y múltiples
contactos directos constituyeron el detonante que congregó a este grupo de
fotógrafos, con el objeto de que la experiencia artística de Hernández-Rojas
lograra prolongar su efímera existencia, a través de las posibilidades que
ofrece el medio fotográfico.
Por lo comentado, en esta muestra se
develan algunos de los intereses que persigue Iván Hernández-Rojas con respecto
a la estética del body paint, los cuales diferencian sus trabajos del resto de las
propuestas en el campo. En primer lugar, el artista trabaja con grupos humanos,
al contrario de otros autores que se centran en un solo objetivo, hecho que motiva
a Hernández Rojas a adoptar otras dinámicas de resolución propias del llamado accionismo o la performance.
Por otra parte, su labor no se expresa
desde la figuración o partiendo de la necesidad de representar algún aspecto de
la realidad, como es común en muchas de las propuestas del arte corporal; más
bien Hernández-Rojas rehúye la metáfora del “cuerpo como lienzo”, si es que
aceptamos que, por lo general, vemos en la pintura una forma de plasmar el entorno
o el universo objetivo en este tipo de soportes. En este sentido, el artista , mancha, salpica, chorrea, llena de materia por
intermedio de múltiples actos gestuales a la humanidad que le sirve como
receptáculo, hasta lograr campos, zonas o espacios plenos de dinamismo
espontáneo y de intensos colores a través de incontrolados impulsos que se
agitan bañados por el cromatismo vivaz que brota del artista. A la hora
de exaltar a ese cuerpo como soporte vital el creador destaca: un cuerpo que
respira, que late y se agita, que posee sentimientos propios más allá de la
labor del artífice, un cuerpo con actitud, que hace comunión con cada uno de
los actos del autor.
Como él mismo ha expresado, su propuesta
se aleja de la moda, del fashion, de
la idea del cuerpo como maniquí, tampoco procede su impronta de un diseño
predeterminado, obedece, de otro modo, a un vital interés por lo “primitivo”,
arrebatado, telúrico, y ello debido a los propósitos que ha venido destacando
en parte de los procedimientos y principios estéticos que le acompañan: un
sentimiento que exalta la memoria visual de la raíz cultural de la que
procedemos, que trae como un “hilo conductor” al momento actual, desde tiempos prehispánico,
por no decir inmemoriales, la experiencia de nuestra multietnicidad. De allí el
uso reiterado que hace el creador de la fibra y otros elementos vegetales, así
como de objetos lúdicos (míticas maracas, muñecos desahuciados por su
obsolescencia, máscaras rituales, entre otros), pero sin olvidar piezas más
contemporáneas, como son los sombreros u otros tocados de invención inaudita,
elementos de utilerías o escenográficos, todos ellos, con los que construye un
ambiente parateatral y enigmático.
A través de la imagen detenida que
captura el lente, la sumatoria de todos estos elementos y situaciones puede ser
vista como una instalación humana-objetual-pictórica. A su vez, estos actos,
entre lo ritual y lo sagrado, lo mundano y lo imprevisto, puestos en valor por
intermedio de maratónicos, extenuantes y multitudinarios happening, si se quiere el término, son los que hoy presentamos
para proteger su memoria y llevarla a otros planos artísticos desde un concepto
curatorial de carácter temático.
Estas sensibles imágenes reúnen
experiencias realizadas en eventos al aire libre como “Ciclo/vida“ como lo
tituló Hernández-Rojas, en la “Rodada ciclística mundial”, manifestación anual
que persigue una filosofía para la defensa y recuperación de espacios públicos;
las realizadas en espacios semi-confinados como: “Hilo aborigen”,
realizada en el Patio de los Leones, Museo Caracas, en el Consejo Municipal del
Distrito Capital, en el marco del Día de la Resistencia Indígena; el evento “Arte/Drama”. Tributo a César Rengifo, realizado en
la Escuela de Arte Dramático de nombre homónimo (bajo el formato de foto
estudio o foto sesión).
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